Vestimenta en la historia
Las evidencias arqueológicas han mostrado que el textil estuvo presente desde épocas muy tempranas en territorio ecuatoriano. De hecho, ya antes de la llegada de los europeos a América, existía una industria textil muy avanzada que combinaba uso de materiales, técnicas y diseños de manera meticulosa.

Según algunas crónicas, para la elaboración de sus prendas, estas sociedades prehispánicas habrían utilizado el telar de cintura, fibras como el algodón y lana de guanacos (llamas, alpacas, vicuñas) y de conejos, tintes vegetales y a veces plumas de aves.
Con la llegada de los españoles, se introduciría el telar de pie, también llamado de pedal, de garrucha o de lanzadera, y para la hilatura se habría utilizado la torsión con la yema de los dedos, la hilatura sobre el muslo o con la palma de la mano sobre una superficie plana, y aquella que se auxiliaba del huso o malacate. En lo concerniente a las fibras, los españoles habrían traído lana de oveja, la seda y el lino.
Si bien a lo largo de la historia, la vestimenta ha sido influenciada por dinámicas sociales, religiosas, políticas y económicas, cabe mencionar que esta ha sido principalmente utilizada con fines tanto prácticos como estéticos. Se trata de un testimonio tangible de las costumbres, tradiciones y creencias de cada pueblo, que varió en función a los contextos de uso y al clima.